Cuando nos sentamos en una cama, lo primero que ocurre es que la cadera se flexiona y a partir de un ángulo se va produciendo una rotación de la pelvis hacia atrás. Como consecuencia de esto, la columna lumbar tiende a aplanarse y pierde su curva lordótica normal ( concavidad hacia atrás). El problema de sentarse en una cama es éste. Se favorece que la pelvis quede en retroversión.
Si se prolonga esta postura flexionada o cifótica repercute desfavorablemente en el individuo (sobrecarga los ligamentos posteriores de la espalda, aumenta la presión intradiscal (sin mencionar que altera la función respiratoria y digestiva por conflicto de espacio) y causa dolor en la región lumbar.
Para adoptar la postura erguida o lordótica es necesario contraer determinados músculos. Por lo tanto, uno de los objetivos de sentarse en una silla será favorecer la concavidad (lordosis) normal sin necesidad de esfuerzo muscular; ello se consigue mediante un apoyo lumbar adecuado, un asiento ni muy bajo ni muy profundo, un ángulo obtuso entre el asiento y el respaldo.
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Guillermo Ananías
Kinesiólogo – Quiropráctico